Existen políticos
y/o empresarios de profesión que son aficionados o expertos en arte, y hay
quienes hacen las veces de críticos, curadores y hasta publicistas de
diferentes muestras y obras de artistas
Muchas de las obras
de arte hallan su fundamento en cuestionamientos políticos y sociales, la idea,
al fin y al cabo, es que las preguntas que provienen del arte logren trascender
la reflexión estética y calen en un escenario tal vez más profundo; o por lo
menos, eso es lo que promueven los artistas: un constante devenir de ideas y
preguntas en torno a lo que somos y lo que nos rodea.
Un
gran ejemplo de las obras políticas de artistas colombianos es el de Fernando
Pertuz. Este bogotano presentó en 2009 su obra Somos estrellas. Allí mostraba
ocho “estrellas” –como él las denominó– cargadas de –pura– crítica política.
Creaciones en torno al racismo, al homosexualismo, a la diferencia de clases
sociales, al gobierno estadounidense, también al colombiano, y a la jerarquía
militar, entre muchos otros temas. Una muestra cargada de simbolismos y
referentes. Fernando Pertuz, que se concibe a sí mismo como un “activista”,
caracteriza el sentido de su arte como un trabajo de resistencia. Considera,
además, que su obra artística constituye una intervención política de carácter
estético.
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